domingo, 17 de mayo de 2009

La raza Aria entre nosotros (el arte de ser ignorante)

Son las 7:30pm y llego justo a la hora convenida. El lugar esta casi vacío excepto por una pareja, los maes del lugar, y uno que otro personaje solitario ya sea a la espera de alguien, o en busca de ligar algo. Miro el reloj y me resigno a la idea de que una vez mas soy víctima de la impuntualidad de otros. Pero no importa, decidida, con la espalda erguida y sin dejar ver que no se me da bien la soledad, camino hacia la barra y pido algo de tomar.

Observo alrededor y es difícil distinguir las siluetas entre la oscuridad del local, el rojo oscuro de las paredes y la apenas tenue luz de algunas velas. A diferencia de otros días, hoy no es difícil encontrar donde sentarse, así que tranquilamente me arrimo a una mesa redonda ,cerca de la pared desde donde puedo ver la entrada. Cruzo las piernas, enciendo un cigarillo y me dispongo a esperar. Acababa de exhalar la primera bocanada cuando advierto que ya no estoy sola. Con tono juguetón me reclama que le quite el campo—“la mesa ya estaba ocupada”--, y al notar mi indisposición para moverme me pide permiso para sentarse. Usualmente evito este tipo de situaciones, ya sea con una cortes excusa o una tajante negativa, pero esta vez, presintiendo que mi espera se alargaría aun mas, acepte su companía.

A los pocos minutos de conversación se have evidente y comienzo a notar que es cierto eso de que “no hay segunda opotunidad para causar una primera buena impresion”. Aparentemente el personaje frente a mi pensó que jactarse de trabajar en un sportsbook, ganar en dolares,y haber vivido en Estados Unidos era una buena estrategia de ligue. Hasta el momento yo sólo pensaba – “tiene problemas de autoestima”. Sin embargo, empeñado en dejarme saber cuanto dinero usualmente cargaba consigo, me descargo la historia de como “un nica” lo había asaltado y se había llevado los últimos $200 y 50mil colones que tenía la noche anterior para la fiesta.

La forma en que acentuó su asco y la inflexión de su rostro al pronunciar la palabra “nica” me hizo pensar --“aquí vamos de nuevo con otro representante de la raza aria”. Mi instinto no me engañó. Acto seguido el individuo pasó a explicarme (por si acaso no había sido obvio)—“odio a los nicas y a los negros”. Sorprendentemente, lejos de sentirme enojada, note que en mi rostro se empezaba a dibujar una sonrisa mezcla de comicidad y compasión.

Lo dejé darme sus motivos por los cuales pensaba que los amigos del norte, y los amigos con un poco mas de pigmentación en la piel eran no dignos de habitar el mundo. Cuando creyó que había probado su punto, y que seguramente yo había quedado convencida ( o impresionada?), le pregunté –“y que sucedería si yo le digo que mi abuela es nica y mi mejor amigo es negro?”. Muchas excusas siguieron, pero nunca una muestra de arrepentimiento.

Finalmente, una silueta se hace cada vez mas visible y….si! mis ojos no me engañan. Cuarenta minutos habían pasado desde la hora convenida, pero aun así recibo con alegría a quien desde un principio esperaba. Llegó justo apenas para tomar asiento y captar el ultimo comentario xenofóbico de quien asumio era “mi amigo”. Sin darle explicaciones, la dejé con su mirada atónita y el signo de interrogación en la cara y me retiré con un cortés “ya vengo, voy al baño”.

Al regresar, el susodicho intolerante me ofrece una birra la cual acepto enseguida. Esto me da chance de verlo detenidamente y analizarlo de arriba a abajo. Bien vestido, nada que me haga sospechar que pertenece al grupo de los llamados “skinheads”, si no mas bien es de piel un poco mas oscura que la mía, no mas alto que mi metro sesenta y cuatro de estatura, cabello negro con suficiente “brillantina” como para que estornude conla peor de las gripes porcinas y no se desacomode ni un mechón. Para jugar a ser tan de la raza superior, tenía mucha cara de “gallo pinto” y su colonia un cierto olor a "pinolillo".

Aprovecho también para aclararle a mi amiga que lo acabo de conocer, ella asiente y entiendo que ya se había dado por enterada. Rápidamente ella y yo nos dejamos llevar en nuestra conversación, y casi habíamos olvidado la presencia de un tercero en la mesa cuando nos interrumpe una pregunta –“usted no se llama Tatiana?”. Como me observa a mí, le dejo saber por segunda vez cuál es mi nombre y su observación siguiente es “aaah.. es que tengo una amiga que es igualita a usted. Sólo que ella es mas horrible y tiene un ojo medio torcido”.

Cri……cri…..cri…. (sonido de los grillos).

Una vez mas no ha logrado sacarme de mis casillas, y divertida pienso -“bueno, si fuera su amiga, no cree que me hubiera reconocido desde que entre? y por otro lado que pasó? Que pasó? Que pasó!? Me dijo HORRIBLE!!!”. Este amigo se estaba apuntando en todos los numeros de la rifa. De alguna manera se las arreglaba para que cada vez que su presencia se volvía menos notoria en la mesa, volvía a ganar atención con algún comentario como “yo vengo solo siempre, no tengo muchos amigos, no se porque no tengo amigos, ni tengo novia, creo es que porque soy muy feo”. Ahora pensé –“este individuo no tiene problemas de autoestima, su problema es que NO TIENE RASTRO ALGUNO DE ELLA”.

Sin embargo durante toda la noche se dió el lujo de criticar y encasillar a los nicas y a los negros en la peor de las categorías, y cuando no hacía eso se jactaba de saber hablar “inglés del bueno, del gringo, no ése que enseñan aquí”. También me dí cuenta que venía de alguna “no-sé-que Beach” de “Mayami”, y logré concluir que aparte de ser un ignorante, un xenófobo, y un racista, es un triste remedo de Skinhead versión criolla (así, con todas las facciones de latino, las que més bien lo harían la primera víctima de un verdadero skinhead); es el estereotipo de un latino que se ha criado en Estados Unidos y se cree más que los demás latinos a quienes llama “frijoleros”; y es también, por si no es obvio aún: un pésimo ligador.

Al final de la noche he de admitir que me divertí, y desde lo mas profundo de mi corazón le dedico a mis padres un inmenso GRACIAS por la educación que me dieron.

3 comentarios:

  1. iisssshhhhhh!! que te diré no se le puede pedir cerezas a un palo de mamones!! lástima que yo no estaba que ya sabes que la gentecilla que se cree mejor que los demas es mi especialidad!! hubiéramos llamado a algunos de nuestros amigos nicas y negros y le hubieramos enseñado un poquin de cultura, buena conversación y cortesia... que nunca esta de mas :)

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  2. y mae...hasta me dio verguenza ajena...

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  3. Verdad que si? xq será que no llega a hablarme una mente interesante? no.. me tenía que tocar un miembro del KKK, hahaha..

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