No soporto ni verlas!

La verdad no sé en que momento fué que surgió este miedo tan ilógico e irracional, pero desde que yo recuerdo siempre me ha dado miedo.

Por supuesto que uno sabe que es inevitable, y que eventualmente nos vamos a tener que ver en ESE momento y pues que queda…. Yo por lo menos tanto la primera como la última vez que vi una casi me muero de la impresión.

En realidad no hay palabras para describir lo que siento ante su sola vista. Es que me causan horror! No es solo su forma, su movimiento a veces rápido a veces pausado, su textura… no.. es también lo que representan. No sé como hay gente que las toca y las acaricia hasta con ternura como si fuera una mascota! Hell no! Si lo he hecho ya es porque conforme nos hacemos “grandes” hay que enfrentar los miedos en vez de salir corriendo, aunque en realidad no veo nada de malo con eso. Cualquiera que haya estado conmigo en uno de esos momentos sabe a lo que me refiero.

Una vez fue tal la impresión al hacer contacto y estriparla que tuve que gritar, y al ver que había todavía residuos en mi mano tuve que pedir ayuda para que con paste y jabón me ayudaran a limpiarme. Fue aterrorizante!

Otra vez, me pusieron una tan cerca de la cara que mi corazón por poco se detiene y al alejarme cai al suelo y un pequeno “viento” escapó de mi existencia. Que verguenza! Jamas perdonaré al amigo que sin ninguna verguenza, tacto, ni compasión hacia mi persona me la acerco así sin previo aviso.

Ciertamente algún día espero dejar de sentirles pánico, de enfrentar la situación como toda una mujer y sin necesidad de temblar, gritar o postergar el momento ser capaz de ponerles el zapato encima y terminar con su rastrera y prehistórica existencia.