domingo, 18 de octubre de 2009

Escarbando el Pasado

Photobucket


Buscando un día qué leer en la inmensa y desordenada biblioteca de mi casa, un cuaderno negro con dragones chinos blancos, comido por la polilla y derrotado por el paso del tiempo logró captar mi mirada. Su tinta vieja apenas legible en algunas páginas me devolvió en el tiempo guiada por las palabras de mi madre hará hace unos 25+ años.

Era la 1am y debía madrugar al día siguiente, pero conforme iba leyendo me sumía más y más en las memorias del pasado. Sí... se trataba de un diario que mi progenitora iba llenando conforme sus niñitos iban creciendo. Sé que existe (existió?) uno para cada uno de nosotros, pero lastimosamente sólo me fué posible encontrar el de mi hermano. Fué como un pequeño atisbo a su cerebro, y no es para más! mi hermanillo contaba con 3 años cuando ya le estaba dando dolores de cabeza y haciéndole cuestionar sus habilidades como madre. Yo apenas tenía unos cuantos meses, y mi hermana menor estaba lejos de hacer su entrada al mundo.

Me hizo gracia ver como mi hermanillo desde pequeño hacía dibujos para vender a 2 y 5 colones. También me reí demasiado con las historias de sus berrinches: "Rodri" cuando se portaba bien y su alter ego el "Roto" cuando se portaba mal. Ah! Y se mencionaba numerosas veces el perro de peluche que no soltaba por nada del mundo, el mismo que actualmente está hecho un mondongo, pero todavía existe!

Por mi parte, descubrí por qué chiquitita nunca quería ponerme sandalias, y si me obligaban me las ponía me las ponía con medias (!) La razón? mi hermano me dijo en alguna ocasión que "tenía los dedos muy feos"! ha! ha! ha! que pecadito! Aparentemente también dejé de tomar leche en chupón porque "eso era sólo de bebés", y según la historia de mi madre yo solita empecé a pedirla en vaso. Cuando "Rotito" descubrió que iba a tener otra hermana se entristeció y resignado dijo "ooootra chismosa!". Intentó pedir que la devolvieran al hospital, o que se la cambiaran por un hermanito, pero aparentemente el anestesista que le ofreció tal posibilidad sólo lo estaba vacilando.

Según mi madre, "Ro" peleaba mucho conmigo, y ella tenía que hacerme lavados de cerebro para yo dejara de ponerme para que me diera. Parece que finalmente aprendí a defenderme cuando un día me hizo una zancadilla y de un solo manotazo me lo acomodé y lo puse en su lugar.

Eventualmente nuestra relación mejoró, y unidos como complices de 10 y 13 años nos empeñamos en hacerle creer a mi hermana menor que ella era adoptada. Y se lo creía! Aún siendo la viva imagen de mi mamá! Por nuestro lado, yo no creo parecerme a nadie en la familia, y el Ro perfectamente también podría ser del lechero.

Parece que mi madre continuó el diario hasta que ya los 3 juntos le dimos mucha lata y ya no tuvo tiempo ni energía para seguir. Después de todo, así huevones y mañosos como estamos ahora nosotros hacemos nuestras propias memorias. El Ro sigue con su mentalidad de comerciante, "la gÜila" actualmente está bien al norte aprendiendo a hablar el idioma de las "íes" interminables, y yo????? Adoro ponerme sandalias, y sin medias!

Como dijo Mercedes Sosa, "cambia todo cambia"... pero seguimos siendo el mismo trío que a veces se soporta, a veces no; hacemos luchas libres de cuerpo o de palabra; nos enojamos cuando alguno deja peligrosamente las llaves pegadas en la puerta, dura mucho en el baño, o llega oliendo a cigarro; y aún así parece que seguimos llevando el niño adentro.

Este va dedicado con cariño a mis hermanitos, "el Roto" y la "gÜila", y a la señora "sapa ♥" que hace 3 décadas empezó su labor de madre.




2 comentarios:

  1. Jua, jua, juaaa! Hace rato que no pasaba por aquí. ´Rs ´na Babba!! (siempre lo serás!) LOL.

    ResponderEliminar
  2. :-) vaya vaya... cuide al "mondonguito".

    ResponderEliminar

Shoot and let me know what you think