domingo, 17 de abril de 2011
sábado, 6 de febrero de 2010
Un día reímos y el otro lloramos...
“Tiempo de llorar, y tiempo de reír, tiempo de endechar y tiempo de bailar…” (Ecl. 3:4)
Nunca había sido testigo de esa frase bíblica, que en forma tan contundente se manifestó en la vida de María Pérez.
Ella es una mujer luchadora, como la mayoría de las mujeres. Se vino de Nicaragua hacia Costa Rica, buscando mejorar el nivel de vida de sus ocho hijos, a quienes dejó con su padre en su pueblo natal de Dolores.
Trabajó muchos años como empleada doméstica y nunca le arrugó la cara al trabajo. Enviaba dinero al padre de sus hijos y finalmente, cuando mejoró su situación, y como los extrañaba tanto, fue a su pueblo a recogerlos.
Como suele suceder a muchas mujeres, la ausencia de un compañero sentimental es muy fuerte, y producto de una relación amorosa pasajera y violenta, nació su noveno hijo, a quien bautizó con el nombre de Juan. Este niño se convirtió en los “ojos de su cara”, pues a pesar de ser ella una buena madre con los demás hijos, la mayoría mujeres, la separación física durante mucho tiempo, provocó también una separación emocional, pues todos se apegaron a su padre y a su hermana mayor, Bianca, quien cumplió el papel de madre con sus hermanos durante la ausencia de María. El embarazo de este niño fue complicado y su nacimiento, un milagro, razón de más para que María lo amara entrañablemente.
El niño fue creciendo al lado de sus otros hermanos y hermanas. Fue consentido por su madre, quien le daba todos los gustos que él pedía. Cuando cumplió ocho años, su madre encontró nuevamente el amor; esta vez sí tuvo la dicha de encontrar un buen hombre, policía de oficio, que la aceptó con todos sus hijos y nietos y le proporcionó un hogar para todos y un ambiente familiar en donde no faltaban ni el alimento, ni el cariño, mucho menos los mimos para Juan.
Cuando María tenía ya seis años de convivir con Alonso y ambos estaban muy seguros del amor que se profesaban, decidieron con mucha ilusión, unirse ante Dios, acto que bien podían hacer, puesto que ninguno de los dos se había casado hasta el momento. Ella iba a cumplir 50 años y él tenía 58. Su hija Bianca, admirable joven que pese a sus condiciones de pobreza y de tener que trabajar en oficios domésticos, a punta de esfuerzo, motivación y sacrificio logró sacar dos carreras en la UNED. Ahora ya es una profesional que trabaja en una buena empresa. Las demás hijas, casi todas, salieron embarazadas y desertaron del colegio.
Volviendo al tema del matrimonio, Bianca se encargó de organizar la boda en todos los detalles: decoración de la iglesia y del salón comunal, preparación de la comida, compra de un bello vestido blanco y sandalias perladas para su madre. Logró su objetivo, pues su madre estaba regia, radiante, y la sonrisa no desaparecía de su rostro; además se comportó como lo que era en ese momento: un reina; ya que por primera vez en su vida ella era el centro de atracción de las miradas y por qué no decirlo? De las posibles envidias de algunas de las asistentes.
Todas sus hijas, Juan y sus nietos vistieron sus mejores galas. No podía haber momento más feliz para María y su esposo. Juan, ahora de 14 años, como buen adolescente inquieto, andaba de un lado para el otro, echando inquietas y enamoradas miradas a la hija de su madrina. Lucía guapo, alto y bien vestido.
La fiesta transcurrió en forma muy amena. Sus más íntimos familiares y amigos la acompañaron en su felicidad y el conjunto musical contratado cumplió con su cometido. Todo esto ocurrió un sábado por la tarde.
El lunes siguiente, María, quien no podía todavía darse el lujo de tener una luna de miel; se levantó muy temprano para ir a vender lotería en una esquina de la CCSS. Mientras tanto, sus dos hijas menores se quedaban en casa, haciendo los oficios y cuidando a Juan, quien tenía que prepararse para hacer examen de aplazado, a fin de ver si finalmente podía aprobar y pasar a sexto grado, ya que por dos años había estado en quinto.
La tarde transcurrió normal. Juan se encerró en su cuarto para estudiar, y constantemente como muchacho inquieto que era, salía a buscar algo de tomar en la refrigeradora o a comer palomitas de maíz. Definitivamente, el estudio no era su fuerte. Su hermana continuaba haciendo el oficio, y no notó que por mucho rato, su hermano no salió a buscar distracción.
A eso de las seis de la tarde, llegó María de su trabajo y se extrañó mucho de que Juan, muy cariñoso con ella, no salió a recibirla. Entonces lo llamó y él no respondió. Decidió ir al cuarto a buscarlo y…HORROR!! No podía creer lo que sus ojos estaban viendo: Juan estaba de rodillas ahorcado con una toalla de baño. Pero!! ¿Qué pasó? Llamaron a los paramédicos, pero ellos llegaron solo a certificar que no había ya nada que hacer. ¿Por qué lo hizo? ¿Qué pasaba por su mente? No había respuestas. Sobra decir el dolor y la consternación que esta tragedia provocó en todos los miembros de la familia. Todos experimentaban un sentimiento de culpa y especialmente su madre, quien por primera vez en su vida, se sentía feliz, plena y llena de paz. Ahora, la ilusión por vivir se le acabó, su corazón no soporta tanto dolor y todas sus preguntas rebotan en el vacío. Solo queda pedirle al Todopoderoso que le devuelva la paz y le de fortaleza para seguir adelante…¿Acaso hay algo imposible para Dios? Luc. 1:37, Luc. 18:27
jueves, 28 de enero de 2010
Será que ya es hora de hacer EL cambio???
Lastimosamente no estoy hablando de política. La frase en sí aplica hoy para tantas cosas....Podría estar hablando de trabajo, de relaciones en general, de vicios, malos hábitos, cuestión de personalidad y un gran ETCéTERA.
Claramente, cada vez que tomaba la decisión equivocada hacía trampa y me devolvía a la página donde me había quedado. Con el beneficio de ya saber cual era la decisión correcta seguía de nuevo en mi aventura y siempre tenía las de ganar. Como me gustaban esos librillos!!
Obviamente tengo que ser cuidadosa, y tomar la mejor decisión. No quiero terminar con un hueco en el bolsillo, en la bolsa roja, ni en el medio de mis cavilaciones buscando devolverme a la página anterior.
Si.. ya sé que sólo depende de mí, y como sé que estoy lejos de ser perfecta es probable que me equivoque. Por ahora haré honor al arte de procrastinar y dejaré para mañana lo que no quiero hacer hoy.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Adivinanza
Tiene el sabor del limón después de exprimido, cuando sólo queda la cáscara amarga, áspera y punzante que parte los labios y provoca dolor al hablar...
Es la piel de los mismos cuando secos y agrietados terminan por partirse y mostrar los puntos sangrientos que con la lengua tratas de aliviar… aliviar el ardor y rellenar con saliva la falta de carne…
Es el olor putrefacto de los recuerdos que por más que trates de hundir en el subconsciente su fetidez es constante como la carroña que carcome cualquier indicio de un soleado amanecer.
Es el calor que se experimenta el segundo antes de que el cerebro arda en combustión espontánea dejando una plasta de materia gris donde antes se almacenaba todo lo que creías saber de ti, de los demás, del mundo, de la vida…
Son las páginas carcomidas por la polilla como sinónimo de viejo y de olvido.
Es la ampolla que explota al clavarle lentamente la punta de la aguja, dejando supurar agua, sangre y pus… oh pero qué placer mezcla de asco y masoquismo.
Es la costra que se seca en la comisura de los labios que al permitírsele hablar sólo la verdad... nunca más volvió a hacerlo.
Es la duda eterna, la incertidumbre, la represión, la porquería que rodea a la ignorancia y la ira…
Es el pecho hinchado de tanto soportar el peso de lo que no se ignora y no se ve, pero presiona con la fuerza similar al peso del mundo cayendo sobre tu cabeza en el día más oscuro del calendario.
Es el recordatorio inminente de que un día se es y al siguiente no se sabe… dependiendo de con qué pie nos levantemos y cuáles ojos nos miremos.
Es la inspiración que incitada por la uva se burla y se retuerce de la risa, tirando la piedra y escondiendo la mano, más no sin pasar desapercibida y dejando siempre constancia de que ella “estuvo hoy aquí”.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Diatriba sobre un vicio asqueroso
Tal vez tengo mucho tiempo libre... o tal vez invierto el poco que tengo en banalidades...pero han visto el ritual social a la hora de darlo y pedirlo?
A algunos no les gusta prestarlo del todo, me imagino que por gente como yo que olvidamos devolverlo siempre y tenemos ya impresionante colección (y aún así cuando buscamos uno ninguno aparece!) Es aquí donde empieza mi diatriba sobre el ritual que sigue a éste instrumento…ardiente, incitador, pecador, siempre a la espera de deslizarse entre nuestros dedos y encender la llama. Algunos son capaces de ir hasta con la sonrisa más amistosa y llegarle a hablar a un perfecto desconocido, o a alguien que les cae mal con tal de conseguir tan preciado objeto y saciar sus ansias de pecar. Y es que como no va a ser un pecado si a sabiendas de lo que nos puede hacer insistimos en "necesitarlo"? Todavía no saben de que estoy hablando? ... pues de un vicio asqueroso. Pero más específicamente, de EL instrumento. Ese por el que alguna vez cuando “ya no echa” habremos deseado dominar la técnica de los cavernícolas para juntar 2 piedras y dándoles durísimo encender al menos una chispa.
Peeero…..han observado el carácter, la técnica, el galanteo y el descaro de algunos a la hora de prestarlo? o de pedirlo? empecemos a la hora de pedirlo:
1. Si se es mujer y se tiene en la mira a un perfecto extraño para que “le haga el favor”, no está de más llegar y jugar de sexy para que si el susodicho no tiene, haga el esfuercito al menos de preguntarle a sus amigos, o encantado por una mirada vaya y busque por todo el bar a ver como putas hace pero de que nos lo prende, lo prende!
2. Cuando la gente no tiene a mano EL instrumento, o en defecto… fósforos, pero todavía les quedan “las 3”….la mínima regla de cortesía dicta que lo tenés que prender lo mas rápido posible y sin echar a perderlo mucho para que al individuo le quede al menos algo que jalar antes de tirarlo al piso. Nada peor que quedarse con sólo la chinga en la mano.
Pero pensándolo bien… creo que me divierte más pensar en el arte de prestarlo:
1. Han visto la gente que lo saca y lo deja encendido una milésima de segundo como para que no se les gaste? Con costos lo encienden a medias, y por lo general hay que pasar por la pena de pedirle que lo saque de nuevo, o…. jalar como loco hasta sentir como el cerebro se queda sin aire mientras ponemos cara de “El grito” de Edward Munch.
2. O que tal cuando alguien viéndolo a uno ya con EL instrumento en la mano y listo para rodar la piedra, le atraviesa el brazo a quien sea y hasta se escapa de pegarle a algún desdichado con tal de ser el caballero que nos lo logre encender? O sea.. si ya lo tengo en mi mano, y ya estaba punto de hacerlo…. que diferencia hace? no es como que todavía lo estaba buscando en mi cartera, o preparando la sexy face para pedirle a algún desconocido...
3. Ojo la gente que acepta prestárnoslo pero ni a putas te lo da en la mano. Te deja entender con un gesto que está dispuesto a prestártelo, pero no hay forma en el infierno (traducción literal para “no way in hell”) de que te lo deposite en la mano (no vaya a ser salgas corriendo y lo dejes “chingo”) Además, aquí se agregan las reglas de urbanismo de cómo reaccionar si a) es un hombre pidiéndoselo a una mujer b) mujer pidiéndoselo a hombre, c) mujer con mujer y d)hombre con hombre. La experiencia me ha enseñado que en el caso a) la mujer se lo va a dar en la mano, y cuando no es así y se lo prende ella, el mae se muestra hasta un toque incómodo b) el hombre no se lo da ni en broma, y si se lo da y la deja que lo prenda sola la vieja piensa “qué poco caballeroso!”. En el caso c) todo depende.. si la vieja “X” le cae mal a la vieja “Y”, la vieja “X” pensara “que descaro! Hipócrita! Ahí sí viene a hablarme! Ojalá se queme las pestañas, y que lo prenda sola! Mucho hago con prestárselo! Voy a tener que botarlo…*cat fight sounds*. Si la vieja “Y” y la vieja “X” son amigas, da igual quien lo prenda. Si ambas viejas son desconocidas, la que lo presta o enjacha para marcar territorio xq no quiere otra fémina cerca de su noviecito, o sonríe amablemente y no piensa para nada en esto (es irse a los extremos I know). En el caso d) (hombre con hombre x si ya no se acuerdan), who cares… a los maes les vale siempre y cuando no se les roben el fuego.
4. Seguimos…. Que hay con la gente que accede a prenderlo pero lo sostiene al nivel de mi ombligo, obligándonos a doblarnos hasta casi hacer la vuelta canela para ver lo que estamos haciendo? escapándonos algunas veces de quemarnos las cejas x tener que agacharnos! O sea.. a menos que midas 1.30 mts... xq tenemos que prenderlo en las rodillas?
5. …. Y…. hablando de quemarnos las cejas.. qué es esa manía de andarlo siempre como si fuera un soplete??? ¿?????/????
Bueno… ha esta altura si todavía estás leyendo mis banalidades, probablemente estés pensando que he de ser el terror en un bar a la hora de solicitar o prestar el servicio. Después de todo, puede que sí suene “un toque” amargada… o será que suelo analizarlo todo de más? Pero sea como sea, apuesto a que si tenés éste hábito asqueroso, la próxima vez que alguien te lo pida, o los pidas vos.. te acordarás de mí. Y qué si sabés quien soy y de ahora en adelante te ponés todo self-conscious y en venganza nunca más me lo querés volver a prestar? Bien que me hacés, de por sí...necesito dejarlo un buen día de estos.
martes, 3 de noviembre de 2009
I gave candy to my haters and I took a picture of hypocrisy
Oh but they don´t know that I know what they´re trying to hide. And it´s such fun! It makes me want to ROFL + LMAO. I returned the smiles and offered to take some more candy. Go on... put it on your mouth. Feel its taste as it melts, let your taste buds change color and grow in ecstasy. Swallow the sweetness and the bitterness of it all.
I thought it wasn´t possible, but only because I didn´t really think it over and experimented before. Now I know that it is attainable. I made them strike a pose and it was no longer an abstraction. I gave candy to my secret haters and without them knowing, they gave me the best shot. For a second I pretended being the bigger person, and like a dirty fly I rubbed my front legs...or hands, I´m no longer aware of what I´ve become.
domingo, 18 de octubre de 2009
Escarbando el Pasado
Buscando un día qué leer en la inmensa y desordenada biblioteca de mi casa, un cuaderno negro con dragones chinos blancos, comido por la polilla y derrotado por el paso del tiempo logró captar mi mirada. Su tinta vieja apenas legible en algunas páginas me devolvió en el tiempo guiada por las palabras de mi madre hará hace unos 25+ años.
Era la 1am y debía madrugar al día siguiente, pero conforme iba leyendo me sumía más y más en las memorias del pasado. Sí... se trataba de un diario que mi progenitora iba llenando conforme sus niñitos iban creciendo. Sé que existe (existió?) uno para cada uno de nosotros, pero lastimosamente sólo me fué posible encontrar el de mi hermano. Fué como un pequeño atisbo a su cerebro, y no es para más! mi hermanillo contaba con 3 años cuando ya le estaba dando dolores de cabeza y haciéndole cuestionar sus habilidades como madre. Yo apenas tenía unos cuantos meses, y mi hermana menor estaba lejos de hacer su entrada al mundo.
Me hizo gracia ver como mi hermanillo desde pequeño hacía dibujos para vender a 2 y 5 colones. También me reí demasiado con las historias de sus berrinches: "Rodri" cuando se portaba bien y su alter ego el "Roto" cuando se portaba mal. Ah! Y se mencionaba numerosas veces el perro de peluche que no soltaba por nada del mundo, el mismo que actualmente está hecho un mondongo, pero todavía existe!
Por mi parte, descubrí por qué chiquitita nunca quería ponerme sandalias, y si me obligaban me las ponía me las ponía con medias (!) La razón? mi hermano me dijo en alguna ocasión que "tenía los dedos muy feos"! ha! ha! ha! que pecadito! Aparentemente también dejé de tomar leche en chupón porque "eso era sólo de bebés", y según la historia de mi madre yo solita empecé a pedirla en vaso. Cuando "Rotito" descubrió que iba a tener otra hermana se entristeció y resignado dijo "ooootra chismosa!". Intentó pedir que la devolvieran al hospital, o que se la cambiaran por un hermanito, pero aparentemente el anestesista que le ofreció tal posibilidad sólo lo estaba vacilando.
Según mi madre, "Ro" peleaba mucho conmigo, y ella tenía que hacerme lavados de cerebro para yo dejara de ponerme para que me diera. Parece que finalmente aprendí a defenderme cuando un día me hizo una zancadilla y de un solo manotazo me lo acomodé y lo puse en su lugar.
Eventualmente nuestra relación mejoró, y unidos como complices de 10 y 13 años nos empeñamos en hacerle creer a mi hermana menor que ella era adoptada. Y se lo creía! Aún siendo la viva imagen de mi mamá! Por nuestro lado, yo no creo parecerme a nadie en la familia, y el Ro perfectamente también podría ser del lechero.
Parece que mi madre continuó el diario hasta que ya los 3 juntos le dimos mucha lata y ya no tuvo tiempo ni energía para seguir. Después de todo, así huevones y mañosos como estamos ahora nosotros hacemos nuestras propias memorias. El Ro sigue con su mentalidad de comerciante, "la gÜila" actualmente está bien al norte aprendiendo a hablar el idioma de las "íes" interminables, y yo????? Adoro ponerme sandalias, y sin medias!
Como dijo Mercedes Sosa, "cambia todo cambia"... pero seguimos siendo el mismo trío que a veces se soporta, a veces no; hacemos luchas libres de cuerpo o de palabra; nos enojamos cuando alguno deja peligrosamente las llaves pegadas en la puerta, dura mucho en el baño, o llega oliendo a cigarro; y aún así parece que seguimos llevando el niño adentro.
Este va dedicado con cariño a mis hermanitos, "el Roto" y la "gÜila", y a la señora "sapa ♥" que hace 3 décadas empezó su labor de madre.
sábado, 17 de octubre de 2009
Sin pelos en la lengua!
Si estamos en el lugar de trabajo, en la Universidad, el barrio, o donde sea, o si nuestras edades difieren unos cuantos años, nada de eso hace la diferencia. Entendé: NO SOMOS CARAJILLOS.
Da igual si te acaban de dar la cédula, o si todavía portás la de papel emplasticado. También da lo mismo el tiempo que tengamos de conocernos, vivir al lado, o trabajar juntos. Por qué algunos todavía se rehúsan a aceptar que ya salieron del cole y continúan aplicando la ley del hielo a su gusto y antojo?
Si cabe la posibilidad de que se haya dicho o hecho algo que te ofendió, pues... SAY IT! Si no de qué otra forma se van a arreglar las cosas? Y si no es de tu interés arreglar nada, pues que pare ya el enjache y las miradas de perro resentido xq a señas yo no entiendo! Lo más que logro captar es que algo sucede, pero después de ahí...realmente quiero gastar energías pensando que mosco te picó???
Escúpelo! Vamos! tú puedes! Si no me decís que fué como voy a saber?
Varios meses han pasado y yo recién me doy cuenta que algo grave te pasa. Honestamente, no me acuerdo de tu malestar hasta que te pesco viéndome resentido y enjachoso. Primero me entraba la duda, luego me hacía gracia, y finalmente ya se pasó de annoying. Así es. Ni tan amigos que éramos ni nada, pero tu actitud se ha vuelto un poco molesta en el lugar de trabajo.
Será que yo no me guardo nada, y será que obviamente no todos somos iguales. Te preguntaría directamente un "qué es la vara?", pero tal vez llegué a la misma conclusión que vos: NOT WORTH THE TROUBLE.
Así que cuando decidas decirme que te sucede, y rasurarte los pelos de la lengua, estoy dispuesta a ser receptiva y disculparme si hice/dije/no hice/no dije algo. Hasta entonces... TAKE A CHILL PILL DUDE and stop the staring please.
jueves, 24 de septiembre de 2009
lunes, 31 de agosto de 2009
Esa mania de seguir tropezando con la misma piedra
La primera vez, podemos decir que "tropezamos" porque el verbo implica no estar consciente del obstáculo en el camino. Ya sea que caigamos rendondos al piso, o que sólo peguemos un brinquito inesperado, la sorpresa de haber "tropezado" es completamente válida y perdonable. La segunda vez que "tropezamos" con el mismo obstáculo, podemos exclamar un "que bestia!, ahí fue donde me caí antes", justificar la caída con un poco de olvido y seguir adelante. La tercera vez que "tropezamos"... todavía algunos dicharacheros y creyenceros dicen "bueno.. la tercera es la vencida, pa' la próxima me acuerdo". Y para la cuarta vez que "tropezamos"....lamento decirles que el verbo "tropezar" ya no aplica. Ya no hay por donde fingir sorpresa, decir que no lo veíamos venir, o justificación que valga. Consciente o subconscientemente sabíamos que una vez más íbamos a parar los queques.
Pero de eso se trata la "auto"estima. Si no te estimas vos mismo, no importa que los demás lo hagan. La lógica y la razón nunca van de la mano cuando te tragas el venenito de las justificaciones/excusas/lobotomías que nos aplicamos con gusto para no pensar que estamos mal "tropezando" siempre en la misma piedra.
sábado, 22 de agosto de 2009
Un día exactamente como hoy
“Querida” persona:
Pensé y busqué algún otro tipo de “greeting” que aplicara más a tu caso, pero no encontré ninguno que calzara a la perfección. Fijo es porque a las personas que no queremos rara vez les escribimos cartas o dedicamos tiempo pensando en ellas. Así que solamente utilizo comillas y aclaro que realmente no te quiero.
Tampoco te deseo el mal, a pesar de todo el daño que me hiciste. Dicen aquellos más sabios que yo, que la gente sólo nos hace daño si nosotros lo permitimos, pero no estoy de acuerdo. No sé si lo hiciste al propio, pero varias veces se notó que disfrutaste el proceso.
Hoy, a diferencia de los 3 o 4 años anteriores ya casi no pienso en ti, pero mentiría si dijera que te he olvidado del todo, especialmente por la fecha que es hoy.
Por tu culpa, aprendí cosas de mí que antes ignoraba, cosas que no necesariamente son dignas de orgullo. Aprendí que las lágrimas pueden tener muchos sabores, que la diazepam no es sólo para los locos, y que sí es posible mantener un mismo pensamiento las 24 horas del día hasta convertirlo en obsesión. No entiendo cómo dejé que eso pasara y nadie debería tener ése poder sobre uno. Siempre encontrabas la forma de hacerme sentir que tú eras MAS importante.
Imposible describir la sensación en el estómago cuando me llamabas o me escribías. El corazón latiendo, la cara enrojeciendo, la piel erizada y el vómito… inevitable.
En algunas ocasiones sentí lástima por ti, pero también por mí. Aprendí tantas cosas de tu vida, tu trabajo, tus amistades, tus hobbies, tus problemas…. No creo que tú sepas ni siquiera la mitad de las cosas que yo sé sobre tí. Empleé tanta energía en aprender a conocer al enemigo…. qué desperdicio.
La contradicción de sentir que te odiaba pero no poder desearte el mal todavía me asombra. Será que creo mucho en el karma y que eventualmente todo se nos devuelve.
La verdad… si alguna vez me volvieras a escribir, tengo la seguridad de que ya no podrías herirme. Si de verdad lo que no nos mata nos hace más fuertes, espero haber aprendido la lección que me enseñaste. Ahora estoy más tranquila, y estoy segura que ni siquiera debería gastar tiempo y energía en dedicarte hoy mi blog. Pero hoy… por ser este día, lo hago a manera de “perdón”. Trataré de perdonarte por lo que me hiciste, y me perdono yo también por lo que hice.
Que disfrutes tu 22 de Agosto, ésa fecha que por tanto tiempo me atormentó… y si no has aprendido nada todavía, te deseo que cumplas muchos años más…